Otro punto de «vista» en Fisioterapia

EDITORIAL

Existe cada vez más la necesidad de encontrar respuestas a aquellos problemas que preocupan a los fisioterapeutas en su práctica clínica. Es de sobra conocido que en esta profesión, no se termina nunca de aprender; que es necesario profundizar en el conocimiento del cuerpo humano y sus conexiones, para poder abordar patologías que, aun siendo muy conocidas y habituales en nuestras consultas, se tiene la sensación de que «no salen adelante», de que «hay algo que se nos escapa de las manos».
El fisioterapeuta no se dedica únicamente a aplicar tratamientos físicos, debe de realizar un buen diagnóstico de Fisioterapia, marcarse unos objetivos de tratamiento, y definir el plan de trabajo a seguir. Pero actualmente la mayoría de los fisioterapeutas se dedican al ejercicio libre de la profesión, y debido al planteamiento de trabajo que se ejecuta en la mayoría de los centros, no les es posible realizar una buena valoración del paciente, que con seguridad les señalaría el origen de la disfunción y los procedimientos a aplicar, y así probablemente, se eliminaría la sensación de insuficiencia de la que hablaba anteriormente.
Todo esto viene a colación, de que debido a nuestra forma de vida actual se nos presentan patologías, que tienen que ver con sistemas en los que no estamos acostumbrados a pensar cuando hacemos nuestro dictamen, y a las que hay que darles respuestas.
En la sociedad moderna en la que vivimos, estamos sometidos al uso de dispositivos electrónicos como son los teléfonos móviles, las tabletas, los ordenadores portátiles, etc. Este hecho puede implicar un deterioro en la salud física del individuo, tanto en el sistema visual como en el musculoesquelético. Por un lado, el enfoque de cerca de forma continuada, supone un esfuerzo añadido al músculo ciliar encargado de la acomodación ocular. Asimismo los agentes físicos como son el brillo del monitor, la iluminación del ambiente, la radiación de la pantalla, etc, afecta a la salud ocular, apareciendo síntomas de fatiga visual como el ojo seco, enrojecido o con picor. Por otro lado, las posturas que adquirimos con la utilización de dichos dispositivo, favorecen la aparición de trastornos musculoesqueléticos a nivel de la región cervicodorsal y miembros superiores. Todo esto se enmarca en el denominado Síndrome del Computador o del Ordenador.
Es interesante poner este tema sobre la palestra, ya que diariamente los fisioterapeutas, tratamos pacientes con disfunciones que pueden estar muy relacionadas con el uso de dispositivos electrónicos, ya sea por ocio o por cuestiones laborales. La presencia de síntomas de fatiga visual es fácilmente identificable y nos pueden indicar, que estamos ante un problema que requiere un abordaje profundo de tipo postural y ocular, que debemos abarcar o derivar al profesional adecuado.
Existen evidencias de la participación oculomotora en algunas alteraciones muy prevalentes, atribuidas hasta ahora a la columna cervical. Esto último ha contribuido, a la falta de valoración, por parte del fisioterapeuta, de la musculatura y del movimiento ocular, focalizando el tratamiento en el cuello.
Cada vez más, vemos cómo es necesario el diagnóstico y tratamiento global en nuestros pacientes. Los fisioterapeutas debemos conocer los instrumentos que nos permitan realizar un diagnóstico diferencial, que nos indique la implicación o no de la alteración del sistema visual, en procesos como cervicalgias, latigazos cervicales, cefaleas o vértigos. Existen procedimientos de trabajo oculocervicales que pueden aportar a nuestros pacientes un tratamiento mucho más completo y adecuado.
De igual forma, como profesionales de la salud, debemos participar en centros educativos y laborales, y en asociaciones, con el fin de fomentar la prevención y minimizar los efectos producidos por esta nueva forma de vida.

Pérez-Cabezas V, Ruiz-Molinero MC.