Editorial

Si solamente tuviésemos como referencia las noticias que aparecen en los medios de comunicación social, estaríamos irremediablemente obligados a pensar que la juventud española se encuentra, toda ella, en una situación deplorable: efectos perjudiciales de «la movida» nocturna, alcohol y otras drogas, broncas callejeras que terminan muy frecuentemente con navajazos y muertes, etc., son los comentarios ya habituales en el noticiario de cada día.

Afortunadamente, los que trabajamos con los jóvenes contemplamos una realidad bien distinta. Desde nuestro privilegiado puesto de observación, como profesores universitarios, tenemos la oportunidad de conocer una juventud bien distinta que cabría calificar como de oro. Jóvenes estudiantes que lo son no sólo porque están matriculados en alguna universidad, sino porque son conscientes de su situación, se presentan y se proyectan como personas responsables que se toman con seriedad y rigor la vida, los estudios y el futuro profesional.

Buena muestra de ello han sido las V Jornadas Nacionales de Estudiantes de Fisioterapia que, con la participación de alumnos de toda la geografía española, se han celebrado recientemente en Sevilla. La organización, los temas planteados, el rigor científico, la preocupación por el desarrollo de los estudios y de la profesión, así como la forma en que han sido capaces de contemplar unidos temas universitarios y temas profesionales, no sólo nos ha servido de lección sobre saber hacer, sino que nos ha llenado de ilusión y de esperanza esta juventud, que va a conformar en breve las nuevas generaciones de fisioterapeutas,

El Rector de la Universidad Hispalense, que inauguró el evento, comentó la grata impresión que le había causado la amplitud de miras del programa, añadiendo que, en acontecimientos similares organizados por otros colectivos, no ya de estudiantes sino de profesionales, no había encontrado tanta coherencia y profundidad.

Realmente, como rezaba el lema de las mencionadas Jornadas, hay un mundo de posibilidades en las manos de estos jóvenes, ante cuya responsabilidad, seriedad y buen hacer en el trabajo podemos afirmar que la Fisioterapia tiene futuro.

Jesús REBOLLO ROLDÁN
Director