Editorial

Estamos en condiciones de poder afirmar que los profesores adscritos al Área de Conocimiento de Fisioterapia de la Universidad Española son conscientes de que esta noble ciencia, a la vez profesión, constituye un gran bien social; por ello, de forma constante, van investigando y encontrando nuevos campos de actuación y aplicación de dicha ciencia, con el propósito de ir dando cumplida y satisfactoria respuesta a todas las demandas sociales que se suscitan en relación con la Fisioterapia, tanto en el campo asistencial (y dentro de éste en los ámbitos terapéutico, preventivo y de promoción de la salud) como en el educativo, procurando una mejor y más amplia cobertura de los contenidos formativos que configuran los diferentes temas de las varias disciplinas que se imparten desde este Área de Conocimiento.

Sabemos que cada universidad organiza, a nivel local, encuentros del profesorado, al objeto de coordinar las materias, sus contenidos, sus objetivos, su metodología, etc.

Pues bien, nosotros consideramos que ha llegado ya el momento en que, a semejanza de otras Áreas de Conocimiento, algunas muy alejadas en afinidad, comiencen a organizarse Congresos o Jornadas a nivel estatal del profesorado del Área de Fisioterapia. Inicialmente, el objetivo podría ser el mismo: que los profesores consideremos la adecuación de los programas de las asignaturas que se están impartiendo, revisemos los contenidos, analicemos la adaptabilidad y la coherencia de las materias, si son suficientemente amplias como para cubrir las necesidades sociales de educación en Fisioterapia y para dar respuesta satisfactoria a las exigencias asistenciales que demanda el mercado laboral de la Fisioterapia.

Por otra parte, podríamos reflexionar juntos sobre el camino a seguir hacia la licenciatura, que, aunque iniciado, avanza con paso tan lento y cansino, que da la paradójica impresión de encontrarse cada día, y a la vez, más cercano y más lejano. En base a ello, podríamos también dialogar sobre nuevas propuestas de asignaturas a incluir en cualquiera de las categorías: troncales, obligatorias, optativas, e incluso ofertas para la libre configuración de los temas. Seguro que si unificamos criterios, facilitaremos muchísimo la movilidad de estudiantes y de profesores dentro de nuestras propias fronteras estatales, lo que, a nuestro criterio, también nos parece muy útil e interesante. Por último, aunque no por ello menos importante, tendríamos que dialogar y mucho sobre las necesidades, posibilidades y líneas prioritarias de investigación en España.

Hay un importante aspecto a considerar que no desearía pasar por alto. Se trata de la conceptualización del fisioterapeuta como universitario. Bien sabemos que los tres años que ocupa una diplomatura resultan demasiado cortos, pero debemos poner todo nuestro empeño en que los fisioterapeutas, como universitarios, además de los conocimientos específicos, deben poseer y cultivar otros de tipo humanístico. Para ello quizás sería conveniente ofertar asignaturas con cargo a la libre configuración, pero a impartir en el propio centro, con el fin de que se facilite al alumno la posibilidad de recibir en su educación un bagaje cultural más amplio, más universal.

Rosa M.ª GIMÉNEZ BECH
Coordinadora del Consejo de Redacción