Investigar en Fisioterapia en España. Panorama actual y de futuro

EDITORIAL

En la actualidad uno de los temas candentes de la profesión de Fisioterapia en España es la elaboración y la implantación del Plan de Estudio y Título de Grado en Fisioterapia en base a los criterios de la Convergencia en el Espacio Europeo de Educación Superior. Una reflexión que surge es la repercusión que supondrá este cambio en la investigación dentro de la disciplina en el país.

Puesto que la Fisioterapia es una disciplina que puede considerarse emergente, el camino recorrido en cuanto a su sustentación científica es corto en relación a otras disciplinas. En España, fue en 1981 cuando los estudios de Fisioterapia quedaron integrados en la Universidad como Escuelas Universitarias de Fisioterapia. En el tiempo transcurrido hasta la actualidad los fisioterapeutas han venido desarrollando, principalmente, su función asistencial cubriendo las necesidades de la población, y en las Universidades la actuación prioritaria ha sido el desarrollo de la docencia en la Diplomatura, trabajando en la mejora de los planes docentes y la estabilización del profesorado. Esto conlleva a que la investigación en Fisioterapia en España haya quedado en un segundo plano en relación a las prioridades del momento.

Hasta ahora, los fisioterapeutas españoles para obtener la formación, capacitación investigadora y el grado de Doctor, se han visto en la necesidad de cursar licenciaturas como Documentación o Humanidades. Siempre la formación enriquece, pero que duda cabe que una Licenciatura en Fisioterapia, o en su caso en Ciencias de la Salud, hubiera supuesto una mayor afinidad y mejor compensación en el esfuerzo.

La definición de investigar nos dice que supone «Estudiar a fondo una determinada materia». En este sentido, el estudio de un caso clínico aislado de manera exhaustiva supone Una aportación científica. Pero si hablamos de investigación de rigor en busca de contrastar la eficacia de las distintas técnicas de Fisioterapia, o lo que se conoce como Fisioterapia basada en la Evidencia, tenemos que hablar de ensayos clínicos aleatorizados y de muestras importantes de población. Esto supone aportar recursos materiales y humanos elevados que, en muchos de los casos, necesita de subvenciones y ayudas de la administración pública.

La atención sanitaria y la investigación biomédica constituyen demandas sociales prioritarias. La salud, como consecuencia de la aparición de nuevas enfermedades y problemas sanitarios relacionados con la mayor esperanza y calidad de vida de la población, es un área en alza, en la que se prevé un fuerte crecimiento en los próximos años. Dentro de las áreas prioritarias del actual Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica 20042007, se encuentra el Área de Ciencias de la Vida. En esta área concreta la Fisioterapia tiene mucho que decir y aportar en el Programa de Biomedicina y, más en concreto, en el subprograma de investigación clínica en investigación clínica en enfermedades, ensayos clínicos, epidemiología, salud pública y servicios de salud, así como en el Programa de Tecnologías para la Salud y el Bienestar.

Pero también es una realidad que para poder optar a alguna subvención en las distintas convocatorias que cubren este tipo de programas, entre otros, los equipos de investigación deben estar dirigidos por un especialista doctorado de acreditada experiencia en investigación, en la mayoría de los casos. Los diplomados en Fisioterapia pueden formar parte de estos equipos, pero en raras ocasiones se les ha concedido un proyecto en el que figuren como investigador principal.

Una vez sea instaurado el nuevo Título de Grado en Fisioterapia en España y exista un único rango académico en las titulaciones universitarias, se facilitará la especialización a través de los Másters y a posteriori el acceso a los cursos y el grado de Doctor, todo ello con planes docentes y programas propios de Fisioterapia. Esto facilitará que el currículum universitario pueda estar definido íntegramente en Fisioterapia, evitando las vicisitudes pasadas ya por muchos. Por ello es de esperar que en unos años sean más los «Fisioterapeutas Doctores» que puedan liderar equipos, proyectos y líneas de investigación, lo que supondrá avances importantes en la Fisioterapia como disciplina sustentada en evidencias científicas sólidas y numerosas.

No obstante, no es una exclusividad de los profesionales doctorados el hecho de investigar, por lo que cabe animar a todos los fisioterapeutas que, desde su ámbito de trabajo y en la medida de sus posibilidades e inquietudes, aporten su «granito de arena científico» a este camino que recorremos juntos.

Felicitaciones y agradecimientos a todos aquellos colegas que han estado y están trabajando para que la Fisioterapia se desarrolle y obtenga el reconocimiento de la comunidad y de las administraciones públicas que por su interés merece.

Belén Díaz Pulido
Profesora Titular del Departamento de Fisioterapia
Universidad de Alcalá