Editorial

En la evolución de la Fisioterapia como ciencia, las formas de racionalidad y de acción científica se han visto transformadas en el siglo xx, considerando también la influencia de la actual sociedad del conocimiento junto con el impacto de las tecnologías y el rol jugado por los medios de información y comunicación. En definitiva, ciencia, tecnología y sociedad se dan la mano para marcar el recorrido de una disciplina rica y dinámica: la Fisioterapia. Pues bien, con esta idea inicial, aprovecharemos la oportunidad que nos brindan los siguientes párrafos para recoger, recordar y destacar algunos de los acontecimientos clave en nuestra consolidación y evolución cientificoprofesional.

Desde el Decreto de 26 de julio de 1957, en virtud del cual se estableció como especialidad la Fisioterapia para los Ayudantes Técnicos Sanitarios, hasta la manifestación paulatina del «reconocimiento, experiencia y madurez alcanzada por los estudios de Fisioterapia» aconsejando su elevación al rango universitario, expresada en el preámbulo del Real Decreto 2965/1980, de 12 de diciembre, existe un considerable cambio de entendimiento de la Fisioterapia y de sus especialistas. Este cambio es la mejor muestra de la evolución que ha sufrido la concepción y el ámbito funcional de esta rama del saber, que es, a la vez, ciencia y profesión.

Y es que, en el camino de construcción científica y profesional de la Fisioterapia, han sido tres los momentos clave que han significado un punto de inflexión en la evolución histórica de la Fisioterapia. En primer lugar, la identificación y desarrollo de las competencias sanitarias de los fisioterapeutas descritas en el Decreto de profesiones sanitarias de 1973 en el que, entre otras cuestiones, se indica específicamente que los fisioterapeutas pueden recibir pacientes derivados de todas las especialidades medicosanitarias. En segundo lugar, y como introducíamos en el párrafo anterior, la creación de las escuelas universitarias que, a partir de 1983 y en Valencia, inician la andadura de la Fisioterapia en el ámbito académico al que aspiraba nuestra ciencia y profesión desde la pasada década de los años cincuenta. En tercer y último lugar, cabe señalar el inicio y proliferación de la actividad colegial que, a nivel profesional, supuso el desarrollo competencial dentro de un marco de jurisprudencia canalizado a través de las autonomías y que, sin duda alguna, fue y es extraordinariamente importante en la consolidación y progreso del ejercicio profesional del fisioterapeuta.

Desde este editorial, queremos destacar la labor que desde 1969 está realizando la Asociación Española de Fisioterapeutas, ya que su actividad regular, responsable, activa y comprometida, la ha llevado a ser mucho más que una asociación cultural (esencia de su nacimiento), siendo protagonista indiscutible de los tres hechos que anteriormente describíamos como clave en nuestro camino cientificoprofesional. Además, esta asociación consiguió la integración de los fisioterapeutas españoles, como miembros de pleno derecho, en organismos internacionales tales como la CETP (Confederación Europea para la Terapia Física), la WCPT (Confederación Mundial de Terapia Física) el 18 de junio de 1974; y más recientemente, el Comité Permanente de Enlace de la Unión Europea, actualmente integrado en la región europea de la WCPT. En la década de los ochenta, la Asociación Española de Fisioterapeutas promociona, por